Sábado, 7 de la mañana

septiembre 9th, 2006

Hay muchas cosas que no entiendo de los gatos que viven conmigo. La primera de todas es que cuando hay que dormir, desaparezcan por una puerta, que no sé a que habitación lleva, y tarden mucho en volver;y que cuando hay que estar activo, correteando y jugando, se vayan a su cesto a dormir.

A mi este cesto me gusta mucho para mis siestas… ¡Es tan amplio y mullido! Incluso duermo ratos por la noche con ellos que me saben muy ricos…pero me aburro, ¡que no es hora de dormir! Y aunque intento jugar con ellos y despertarlos no hay manera; se enfandan y me sacan de la habitación. Total, porque le muerdo la oreja y meto mis uñitas en el pelo de la gata. ¡Encima que le peino!

Sé que son gatos porque hacen lo mismo todos los días. Igual que yo giro siempre por el mismo camino, antes de ir al comedero, ellos se levantan a la misma hora y hacen las siempre las mismas cosas. Suenan unos ruidos al lado de su cesto, protestan, se levanta la gata, hace cosas ruidosas en la cocina y cuando ella se va a la "habitación misteriosa", él se levanta y hace lo mismo pero más deprisa.

Y yo pienso cuando suena el ruido, "será que es hora de jugar"; y voy a su cesto con el juego que más me gusta… ¡la pelota de papel! Les llevo la pelota en la boca, la dejo en el cesto y espero a que me la tiren…¡Fiummmmmmm! ¡Salgo pitando a por la pelota y la vuelvo a traer! ¡Qué divertido! Y así una y otra vez.

Por eso no entiendo que en ciertos días raros, en los que curiosamente no suena el ruido estridente, les lleve la pelota a mi hora y… se enfaden y farfullen; encima rompen su costumbre y no se levantan. Yo insisto e insisto, todo el mundo sabe que las costumbres son sagradas para un gato, pero lo único que consigo es que me engañen y, cuando vuelvo con la pelota de papel, me encuentre la puerta cerrada. ¡Qué contrariedad! A ver si aprendo a abrirla porque nos quedamos los tres sin jugar.

El "Gran Gato" se ha inventado un mote para mi en estos días raros… Me dice "cat-bron"… Ya ves tú, que ocurrente…

Miauuuu
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«los vigilantes de la playa II»

septiembre 5th, 2006

Hay muchas cosas que vigilar…

Por aquí entran muchos bichos

"palomasssssssssss…"

Desde aquí lo veo todo mejor.
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«los vigilantes de la playa»

septiembre 3rd, 2006

De todas mis aficiones secretas reconozco que, aparte de dormir que es mi favorita, vigilar los alrededores de mi territorio me priva.

Y es que hay partes inaccesibles, de las que estoy estudiando un posible acceso, que me resultan muy interesantes. Pululan por estas zonas muchos y diversos seres. De todos ellos, hay unos que hacen unos ruidos muy especiales y que pueden volar, y que solo notar su presencia, me alteran especialmente.

No sé por qué me pasa esto, pero no lo puedo evitar. No existe nada más para mí; me altero mucho y mi rabo empieza a moverse sin control de un lado a otro, siguiendo el ritmo frenético de mis pensamientos. De mi garganta salen unos ruidos amenazadores;mi mandíbula sube y baja como con una risa tonta.

Observo esa "cosa" detenidamente y siento una terrible dicotomía: ¿Espero a otro momento o me animo al "gran salto"? No veo muy claro el cálculo de la distancia, hay un gran abismo que veo insalvable, así que prefiero guardar ganas para mejor ocasión. O quizá cuando encuentre un "salto alternativo"…

Por ahora me conformo con "vigilar" y amenazar desde mi seguro parapeto.

Miauuuuuuuu
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gatos extraños

agosto 25th, 2006



Definitivamente convivo con unos gatos muy extraños… De todos es conocido que la piel no se puede quitar; no tiene botones ni cremalleras visibles. Yo la tengo muy investigada. Si hubiese algo de eso lo habría notado cuando me doy lametones en mi limpieza diaria. Pero nada… ni rastro…

Pero estos dos gatos… ¡Se quitan la piel! Desde que llegué les vengo observando… muy detenidamente. Les sigo a la habitación, tomo posición entre las sábanas y estudio su movimientos. Cómo lo hacen, un misterio. Movimientos de patas por aquí, movimientos de patas por allá y ¡magia potagia! La piel desaparece.

Lo más extraño de todo es que nuncan tienen la misma piel. A mí lo normal me parece cambiar el pelo; yo pierdo mucho al cabo del día.

Normalmente le pido a uno de los gatos que me cepille y me atuse. Es una gozada los serviciales que son… y lametones que me evito, que eso de lavarme me da un poco de pereza. Es fácil, me acerco al cepillo, lo tiro al lado de mi alfombrita personal y me pongo en posición. Si veo que no se percatan, doy un toque de atención. ¡No falla!

Pero ellos no se pasan el cepillo, no lo entiendo. Bueno, sí se lo pasan, otro, pero solo por la cabeza. Ella más que él, porque ya me he dado cuenta que mucho pelo no tiene, que no me da ni para enganchar mis uñas por la noche.

Ahora que lo pienso su piel es rara; me tumbo encima para dormir, (es de lo más cómodo), y no percibo los pelos. Si los hay son tan pequeños que ni se ven…Que cosa más rara.No lo entiendo…

Lo que hay debajo de la piel mejor no lo cuento;es muy desagradable hasta recordarlo. He oído por ahí que hay gatos sin pelo; lo mismo son de esa raza… Tendré que informarme…

Miauuuuuuuuuuuu

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«pasado por agua»

agosto 23rd, 2006

Miauuuuuuuuuuuuu

Me siento muy contrariado… Hoy me he mojado.¡No! ¡Miento! "me han mojado". Esa gata grande, gorda y fea, ¡buf! como la odio hoy. La estoy ignorando para ver si así percibe mi contrariedad. No pienso mirarle a la cara en dos días. Cada vez que me diga "bonito", le voy a enseñar mi culo, que eso sí que es bonito.

Y todo por cuatro restregones sucios. Yo no tengo la culpa de que se estropeara el lavavajillas. Ni tampoco que al sacarlo dejara al descubierto un oscuro, interesante y acogedor hueco inexplorado, ni de que "alguien" dejara abierta la puerta de la cocina. Tampoco tengo la culpa de que estuviese ese hueco tan sucio. ¡Jo! ¿Qué quieren? ¡Soy un gato! ¡Tenía que entrar a investigar!

Primero ruidos para que salga de mi escondrijo y luego, con engaños, a la ducha… "a remojo" y sin prelavado… Como me pilló de improviso no atiné más que a intentar huir. Estaba tan abrumado por la situación que no se me ocurrió defenderme; sólo me acurruque en una esquina y esperé a que el "temporal amainase".

Me echaron encima un potingue verde, "Axe" creo que oí que lo llamaba, que me dejó un asqueroso aroma a frescor del Caribe.

Menos mal que a lametazos recuperé rapidamente mi olor a varonil gato. Al menos tuvo la deferencia de colocarme al sol a secarme, porque no veas la friolera que me entró…

Y es que el agua no es para los gatos, eso pienso yo; por eso no entiendo porque estos dos gatos están cada dos por tres en la caja esa de cristal, de la que misteriosamente sale agua, y se restriegan de arriba abajo con olores diferentes, que no veas que jaleo para luego distinguirlos.

Son unos gatos muy raros.

Yo todavía estoy buscando el mecanismo por el cual sale agua de la caja. He hecho muchas pesquisas e investigaciones, con resultado infructuoso por ahora. Pero tranquilos, lo averiguaré. Palabra de Copi.

Miau



Copi en el "hueco nuevo" y "pasado por agua"
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