Copito, El Gato con Botas

Estaba el otro día sesteando encima del radiador, cuando llegó "mi gata" a casa con un sobre en la mano. Yo levanté la oreja, porque note algo raro… -"Me han despedido;estoy en el paro"-, le dijo al "gran gato".

¿Qué es estar "parado"? Debe ser algo que sólo entienden los gatos humanos. Para mí estar parado es no moverse del sitio, que es lo que yo hago cuando estoy sesteando.

Pero por la actitud que tenían los "gatos gordos" me parece que no es nada de eso.

Como siempre, el "gran gato" habló con su voz de trueno y como líder la manada tranquilizó los ánimos. "No pasa nada. Ya veremos que se nos ocurre. Por ahora tienes paro…" Otra vez esa palabra… Una cosa sí está clara, es algo en lo que puedes "estar" y "tener" al mismo tiempo.

Nunca piensas que te vaya a pasar a ti, pero a veces pasa… Esperemos que esto de la crisis se arregle pronto y mi gata encuentre otro trabajo. Mientras, ya veremos… a ajustarse un poco el bolsillo…

Yo aportaré mi granito de arena. Reciclaré mis juguetes; a mí con una pelotilla de papel me basta. Además iré todos los días a buscar a mi gata a la cama para que no se le peguen las sábanas.

Ahora "mi gata" está más en casa y me mima mucho más. Me dice, "Tranquilo Copito, a ti nunca te faltará el pienso en tu cuenco".

Qué te digan esas cosas mientras te soban la barriga todo el día, la verdad es que tranquiliza. Sobre todo si luego visitas el cuenco y confirmas que no te falta la comida.

Estoy muy triste. Este fin de semana he recibido una mala noticia. Mi hermano del alma, mi querido gemelo Copito de Barakaldo ya no está con nosotros.

Ha sido algo repentino e inexperado.

Recibir esta noticia me ha entristecido enormemente. Siento que me falta un trocito de mi corazón.

Todos hemos disfrutado con sus aventuras y las de su pandilla, los seguidores del copitismo. Disfrutamos de sus juegos en la huerta de La Rioja y de los reportes de sus horas de vigilancia en la cestita-observatorio del pisito de Baralkaldo.

Él era mi hermano querido, mi gemelo. No sólo compartíamos nuestro parecido físico, sino también nuestro carácter, tranquilo y bonachón.

Los grandotes de Barakaldo han pensado que mi hermano debería estar en la huerta de La Rioja, junto con Lodi, su primera gatita. Allí, uno de los sitios que más le gustaba, dónde excavó tantos hoyos, cazó pájaros, capitaneaba a toda la pandilla en la inspección diaria y se subió a tantos árboles como pudo.

Quiero dejar como recuerdo sus últimas fotos, las que le sacaron esa misma tarde disfrutando de la huerta.

Éste no es sólo mi territorio virtual. También lo es de mi gemelo. Tú siempre tendrás tu rinconcito dentro de él.

Te echaré mucho de menos mi querido gemelo, Copito de Barakaldo.

Hola amigos,

Copito me ha encargado que os cuente como se encuentra, porque anda un poco indispuesto con la anestesia. Todavía está un poco atontolinado, aunque hace un rato entró una polilla y pareció reactivarse por un momento. Ahora está vigilando el último sitio donde vimos a la polilla, aunque le cuesta mantenerse atento. Ya ha bebido agua, así que en un ratito le pondremos algo de comidita.

La buena noticia es que por ahora no ha perdido ninguna muela, porque las raíces están sanas. Ahora sólo falta que se cierren las encías y agarren bien.

Tenemos que volver al veterinario a que le pinchen antibiótico. Esperemos que con esto se resuelva esta dichosa infección de encías.

¡A ver si pasa esta mala racha chiquitín!

La mamá de Copito.

Mañana tengo cita con el veterinario para limpiarme las encías. Después de tantas vueltas, antibióticos y gastritis no hay otra solución para mi gingivitis.

Tengo que ir en ayunas porque me tienen que anestesiar. A mi no me hace mucha gracia, pero a "mi gata" menos todavía. Eso y que ya nos hayan dicho que puedo perder una muela. Yo la he animado contándole que así tendré una sonrisa más interesante. Ella se lamenta que no se haya podido resolver esto antes. No le apetece nada que pueda terminar desdentado.

Pero parece ser que no hay nada que podamos hacer, lo mismo el tema es genético porque no es normal, o lo mismo me pasa porque si.

Mañana os cuento, o si yo no puedo, ya se lo encargo a "mi gata".

Copito sigue hoy en el hospital de animalitos, pero nos ha dicho el veterinario que es muy seguro que mañana nos lo traigamos a casa.

Me ha dado mucha penita dejarle otra noche allí, pero es dónde está mejor porque con el suero está hidratado y con la medicina se le cura su tripita.

Le he dado de comer un poquito de comida especial, y aunque sólo ha comido una cucharadita porque se ha cansado enseguida, lo que ha comido lo ha hecho con mucho apetito.

Cuando nos den todas sus pruebas consultaremos a su veterinario a ver que ha pasado y si todo está bien.

Le he contado todos los ánimos que le habéis dado y se ha animado mucho. Me ha dicho que os diga que en cuanto vuelva, se pondrá zarpas a la obra para levantar el copitismo y atenderos como os mereceís.

La gata y mamá de Copito.