«pasado por agua»

Miauuuuuuuuuuuuu

Me siento muy contrariado… Hoy me he mojado.¡No! ¡Miento! "me han mojado". Esa gata grande, gorda y fea, ¡buf! como la odio hoy. La estoy ignorando para ver si así percibe mi contrariedad. No pienso mirarle a la cara en dos días. Cada vez que me diga "bonito", le voy a enseñar mi culo, que eso sí que es bonito.

Y todo por cuatro restregones sucios. Yo no tengo la culpa de que se estropeara el lavavajillas. Ni tampoco que al sacarlo dejara al descubierto un oscuro, interesante y acogedor hueco inexplorado, ni de que "alguien" dejara abierta la puerta de la cocina. Tampoco tengo la culpa de que estuviese ese hueco tan sucio. ¡Jo! ¿Qué quieren? ¡Soy un gato! ¡Tenía que entrar a investigar!

Primero ruidos para que salga de mi escondrijo y luego, con engaños, a la ducha… "a remojo" y sin prelavado… Como me pilló de improviso no atiné más que a intentar huir. Estaba tan abrumado por la situación que no se me ocurrió defenderme; sólo me acurruque en una esquina y esperé a que el "temporal amainase".

Me echaron encima un potingue verde, "Axe" creo que oí que lo llamaba, que me dejó un asqueroso aroma a frescor del Caribe.

Menos mal que a lametazos recuperé rapidamente mi olor a varonil gato. Al menos tuvo la deferencia de colocarme al sol a secarme, porque no veas la friolera que me entró…

Y es que el agua no es para los gatos, eso pienso yo; por eso no entiendo porque estos dos gatos están cada dos por tres en la caja esa de cristal, de la que misteriosamente sale agua, y se restriegan de arriba abajo con olores diferentes, que no veas que jaleo para luego distinguirlos.

Son unos gatos muy raros.

Yo todavía estoy buscando el mecanismo por el cual sale agua de la caja. He hecho muchas pesquisas e investigaciones, con resultado infructuoso por ahora. Pero tranquilos, lo averiguaré. Palabra de Copi.

Miau



Copi en el "hueco nuevo" y "pasado por agua"

Miauuuuuuuuuuuuu

Me siento muy contrariado… Hoy me he mojado.¡No! ¡Miento! "me han mojado". Esa gata grande, gorda y fea, ¡buf! como la odio hoy. La estoy ignorando para ver si así percibe mi contrariedad. No pienso mirarle a la cara en dos días. Cada vez que me diga "bonito", le voy a enseñar mi culo, que eso sí que es bonito.

Y todo por cuatro restregones sucios. Yo no tengo la culpa de que se estropeara el lavavajillas. Ni tampoco que al sacarlo dejara al descubierto un oscuro, interesante y acogedor hueco inexplorado, ni de que "alguien" dejara abierta la puerta de la cocina. Tampoco tengo la culpa de que estuviese ese hueco tan sucio. ¡Jo! ¿Qué quieren? ¡Soy un gato! ¡Tenía que entrar a investigar!

Primero ruidos para que salga de mi escondrijo y luego, con engaños, a la ducha… "a remojo" y sin prelavado… Como me pilló de improviso no atiné más que a intentar huir. Estaba tan abrumado por la situación que no se me ocurrió defenderme; sólo me acurruque en una esquina y esperé a que el "temporal amainase".

Me echaron encima un potingue verde, "Axe" creo que oí que lo llamaba, que me dejó un asqueroso aroma a frescor del Caribe.

Menos mal que a lametazos recuperé rapidamente mi olor a varonil gato. Al menos tuvo la deferencia de colocarme al sol a secarme, porque no veas la friolera que me entró…

Y es que el agua no es para los gatos, eso pienso yo; por eso no entiendo porque estos dos gatos están cada dos por tres en la caja esa de cristal, de la que misteriosamente sale agua, y se restriegan de arriba abajo con olores diferentes, que no veas que jaleo para luego distinguirlos.

Son unos gatos muy raros.

Yo todavía estoy buscando el mecanismo por el cual sale agua de la caja. He hecho muchas pesquisas e investigaciones, con resultado infructuoso por ahora. Pero tranquilos, lo averiguaré. Palabra de Copi.

Miau



Copi en el "hueco nuevo" y "pasado por agua"

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