Llevo unos días un poco «mosca» porque noto más revuelo del habitual en mi territorio.
Yo ya había notado a «mi gata» algo diferente, más hinchada de lo habitual. Pero pensé que había comido demasiado pienso.
El otro día decidí hablar directamente con el «gran gato» a ponerle sobre aviso. Creo que «mi gata» se ha comido el saco entero.
El «gran gato» me lo ha explicado todo: -«Â¿Recuerdas Copi que te contamos hace tiempo que iba a venir un «gatito gordo«? Pues ya no queda nada, más bien muy poco.»-.
¡Se me había olvidado! Debe ser porque me concentro demasiado en mis siestas.
Ahora estoy muy pendiente de «mi gata» y me paso todo el día encima de ella. La sigo por la casa y duermo a su lado.
Estoy muy pendiente de ella…No vaya a ser que llegue el nuevo gato y la pille despistada.