En invierno, los gatos somos tridimensionales

Llega la temporada invernal; hace tiempo que los gatos nos lo veíamos venir. La sustitución de nuestro pelaje por uno más grueso es la llamada de esta heladora estación.

Los "gatos gordos", cambian de pelo a ratos; es una capa más pesada y gruesa, que además tardan más en quitarse cuando vuelven a casa.

En estos territorios de medio ambiente controlado no se sufren tanto los rigores invernales, (os lo digo yo que viví unos meses en el crudo frío de la calle); eso sí, los instintos son los instintos.

El gato en invierno es tridimensional; adquiere volumen. Si no hay cerca ningún armario, manta o similar lo mejor es procurar ocupar el mínimo espacio posible.

Para ello lo más útil es recogerse sobre uno mismo, creciendo en el índice z, lo cual nos da una apariencia muy característica y que nos confiere identidad.

Encontrar un soporte aislante del frío suelo es fundamental; así, nuestras delicadas pezuñitas no tendrán pérdidas inncecesarias de nuestra apreciada energía calórica.

El recogimiento y acoplamiento de extremidades y rabo en sus huecos correspondientes, dentro de nuestro pellejo engordado para el invierno, es todo un arte que, por desgracia, no dominan en absoluto estos dos "gatos gordos y torpes" que conviven conmigo.

Y, atención

..¡además encogemos!..

Si por fortuna, tenemos cerca una mantita acogedora, (de esto ya hablaremos, pero es curioso que un sofá siempre suele estar asociado espacio-temporalmente a una manta), el gato no lo duda ni por un instante. La unión o fusión con la manta está asegurada.

Existen múltiples técnicas de encogimiento, reordenamiento y fusión de nuestro espacio corporal.

Aquí os muestro la técnica de "ocultamiento de hociquito".

La Postura clásica "ovillito de lana".

Una nueva aproximación a "ocultamiento de hociquito, patitas y rabo contenido". Esta última técnica es muy compleja, y como puede verse no la tengo 100% dominada.

Y para terminar, aunque no son éstas las únicas posturas que practico, la técnica "embrión prenatal", también conocida como "armonía de la dualidad universal".

Todo un arte esto del "encogimiento tridimensional"…

Miauuuuuuuuuu!


Llega la temporada invernal; hace tiempo que los gatos nos lo veíamos venir. La sustitución de nuestro pelaje por uno más grueso es la llamada de esta heladora estación.

Los "gatos gordos", cambian de pelo a ratos; es una capa más pesada y gruesa, que además tardan más en quitarse cuando vuelven a casa.

En estos territorios de medio ambiente controlado no se sufren tanto los rigores invernales, (os lo digo yo que viví unos meses en el crudo frío de la calle); eso sí, los instintos son los instintos.

El gato en invierno es tridimensional; adquiere volumen. Si no hay cerca ningún armario, manta o similar lo mejor es procurar ocupar el mínimo espacio posible.

Para ello lo más útil es recogerse sobre uno mismo, creciendo en el índice z, lo cual nos da una apariencia muy característica y que nos confiere identidad.

Encontrar un soporte aislante del frío suelo es fundamental; así, nuestras delicadas pezuñitas no tendrán pérdidas inncecesarias de nuestra apreciada energía calórica.

El recogimiento y acoplamiento de extremidades y rabo en sus huecos correspondientes, dentro de nuestro pellejo engordado para el invierno, es todo un arte que, por desgracia, no dominan en absoluto estos dos "gatos gordos y torpes" que conviven conmigo.

Y, atención

..¡además encogemos!..

Si por fortuna, tenemos cerca una mantita acogedora, (de esto ya hablaremos, pero es curioso que un sofá siempre suele estar asociado espacio-temporalmente a una manta), el gato no lo duda ni por un instante. La unión o fusión con la manta está asegurada.

Existen múltiples técnicas de encogimiento, reordenamiento y fusión de nuestro espacio corporal.

Aquí os muestro la técnica de "ocultamiento de hociquito".

La Postura clásica "ovillito de lana".

Una nueva aproximación a "ocultamiento de hociquito, patitas y rabo contenido". Esta última técnica es muy compleja, y como puede verse no la tengo 100% dominada.

Y para terminar, aunque no son éstas las únicas posturas que practico, la técnica "embrión prenatal", también conocida como "armonía de la dualidad universal".

Todo un arte esto del "encogimiento tridimensional"…

Miauuuuuuuuuu!

2 Responses to “En invierno, los gatos somos tridimensionales”

  1. momo dice:

    jajaja muy chido

  2. josepa dice:

    me encantaron las posturas momo tienes razon very chido