El «Gran Gato» lesionado

Copito olisquea el dedo lesionado del Gran Gato

Copito olisquea el dedo lesionado del Gran Gato

¡Hola amigos!

Resulta que mis deberes de eterno aspirante a macho dominante de la manada se han incrementado.

Y es que el «gran gato» se haya temporalmente «mermado«, para su cumplimiento como líder de la casa.

Resulta que el otro día decidió cortar algo de jamón para cenar, con tan mala pata, (en su caso mano), que se cortó en un dedo.

«Mi gata«, se asustó mucho, pero afortunadamente estaba yo allí para mantener la calma y controlar la situación.

Y estaba todo bajo control, hasta que el peso de la responsabilidad como líder pudo conmigo, y de los nervios vomité el pienso que había cenado.

Así que «mi gata» tuvo que asumir ella el papel de líder esa noche, y atenderme a mí y al «gran gato«.

Fue un liderazgo corto pero intenso.

3 Responses to “El «Gran Gato» lesionado”

  1. lunazeus dice:

    ¿Pero y eso Copito? Los nervios te jugaron una mala pasada…
    Esperamos que tu papi pronto se recupere del corte.

    Ronroneos

  2. La Gatera dice:

    Pues nada, Copito. Ahora a cuidarse! Y dejad que vuestra humana asuma el control: parece la que tiene los nervios más templados!

    Saludetes gatunos!

  3. El grandote de Barakaldo dice:

    Hola, Copi!

    Soy el grandote de Barakaldo, el que comparte piso con tus 4 amigos felinos y la grandota.

    Viendo la historia de la lesión de tu gran gato, me veo obligado a escribir para contarte mi reciente historia…

    El sábado pasado me torcí el tobillo derecho al bajar el bordillo de una acera (tú no te acordarás ya de lo que es el bordillo de una acera, porque afortunadamente hace mucho que no estás en la calle! 🙂 ), y el médico de urgencias me mandó 3 días de reposo y no apoyar el pie (más 3 semanas con venda y «sin excesos de movimiento»).

    El lunes la grandota se fue a trabajar y me quedé al cuidado de tus cuatro amigos felinos. Tengo que decir lo positivo y lo negativo:

    -Lo positivo: Estuve 3 días en el sofá y en la cama haciendo reposo y Muxu, Wendy, Ambu y Tiger me intentaron cuidar tanto que no me los quité de encima en ese tiempo (hasta que llegaba la grandota de trabajar, claro…). Todo el rato conmigo. Bravo por ellos!!

    -Lo negativo: Los felinos no sabéis cuidar enfermos humanos!!! Muxu todo el rato subida en mi cabeza y ronroneando (así no hay quien duerma!). Ambu y Tiger todo el rato peleándose por tumbarse en MIS PIERNAS (sí, una de las cuales tenía que estar en reposo sin contacto con nada). Y Wendy como siempre todo el rato entrando, saliendo y saltando (varias veces en mi pierna «mala»…).

    En resumen, que se agradece la intención de cuidarme, pero me cuidaba mucho mejor la grandota cuando volvía del trabajo (y eso que estaba todo el rato protestando diciendo: «a ver cuando vuelves a trabajar, con lo tranquila que estoy sóla en casa con los gatos por las tardes, que no haces más que pedir cosas…»). Menos mal que aunque cojeando el jueves ya pude ir a currar, viva la rutina!!! 🙂

    Propongo que des en tu web un curso felino de «Cómo cuidar a los humanos enfermos»: cambiar el canal de la tele, traer un refresco a la cama o el periódico, abrir la puerta cuando llaman… 🙂

    Ah! Y un maullido afectuoso de parte de estas 4 bestias felinas que tengo por aquí rondando, y de parte de nosotros los grandotes.

    EL GRANDOTE DE BARAKALDO