Archive for the ‘Croquetitas de carne y pescado’ Category

Mis primos. Los «dos» de Santander

martes, septiembre 19th, 2006

Newton, gato intelectual

Gris, experto en acorralar a los que tienen miedo a los gatos, (no importa su tamaño).

No tengo el gusto de conocerlos en persona, sólo virtualmente y de oídas, pero su fama ha traspasado la meseta.

Viven en Santander, ciudad al lado del mar. Yo no conozco el mar y creo que mis primos tampoco, porque viven en el lado opuesto y a la playa no van mucho. Bueno, eso es normal a los gatos no nos gusta el agua y menos si está salada.

Si existe un paraíso gatuno, ese debe de estar en casa de Peranchi, la mamá-gata de mis primos. Yo no me puedo quejar, aquí donde estoy vivo muy bien, pero reconozco que unas vacaciones en Santander con mis primos no me vendrían mal.

El desayuno lo tienen asegurado porque Peranchi se levanta todos los días para darles jamón del rico, rico, no cualquier cosa.

Son los dueños de la casa y campan por todos lados a sus anchas.

El Gran Gato dice que son dos viejos gordos y gruñones. Gruñones no creo, lo otro… mejor no me defino.

Newton es el más afable y tranquilo. Su oronda panza colgante bambolea de un lado a otro al ritmo de sus pasos. No parece que nada ni nadie lo pueda alterar. Bueno, si existen esos seres… Dos pequeños gatos de dos patas que con su sola presencia le hacen huir despavorido.
(más…)

Mis primos. La prima de El Escorial.

lunes, septiembre 18th, 2006

Trinity, dueña y señora de su patio.

Os quiero presentar a otros gatos que también merecen que se les escuche. Además me lo están reclamando, (no te preocupes Nani, Trini tiene su lugar en mi corazoncito gatuno).

Mi prima es una gata de caché; aunque sea un poco fea, tenga la cabeza demasiado pequeña, y lleve la marca de la descendencia callejera, su nombre hace que sea una gata de diseño tecnológico. Que aunque la llamen "Trini" lo cual no es nada chic, su nombre completo es Trinity, (¡sal de Matrix, por Dios!). Eso es un nombre con sentido y no el mío. ¡Qué trauma!

He tenido el gusto de conocerla… bueno, el gusto. Lo primero que hizo cuando me vió fue bufarme y luego me enseñó su lindo culete. Y es que Trinity es la que manda en su manada, reina y señora de su casa… y claro no le hacía gracia que viniese un intruso tan apuesto como yo a su hogar, (faltaría plus).

Sus chicos son sus chicos y no los va a compartir.

Trinity tiene mucha suerte porque tiene patio por el que pasear. Yo me tengo que conformar con el alfeizar de la ventana; que conste que no me quejo, al fin al cabo es una de las desventajas de vivir en la ciudad… Si ya lo dijo la ministra, con poco y bien apañado…

A Trini le encanta cazar pájarillos y jugar con ellos. Lleva un instinto asesino en las venas. Me da mucha envidia, porque yo lo más que he cazado ha sido una polilla y una mosca. La polilla me la comí, mientras los dos gatos que viven conmigo se emocionaban ante mi primera experiencia cazadora, pero reconozco que no me supo muy rica. Tengo que preguntarle a Trini que tal saben los gorriones de El Escorial.

A Nani no le hace mucha gracia encontrarse las plumillas delatoras por la casa; le pusieron un cascabel y muy esbelta, lo que se dice muy esbelta, no está. Es un misterio familiar sin resolver como consigue acercarse sigilosamente a los inocentes pajarillos. Sobre todo porque hay que empinarla a la tapia para que pueda realizar sus escarceos y eso no queda muy ágil y elegante.

Trinity no come cualquier cosa, porque aunque sea gata de pueblo, ella es toda una señorita. Toma pienso ligth, del de marca, aunque no se nota nada en su figura; come plátano y jamón york "del bueno". Yo con tal de hincar el diente no le hago ascos a nada; menos el ajo y la cebolla como de todo. Es lo bueno de haber vivido en la calle, que bajo techo todo te sabe a gloria.

Me gustaría visitar más amenudo a Trini, pero reconozco que no me apetece mucho salir de "la caja" cuando la veo. Y es que yo soy un ser muy sensible y tanta gata me deja muy turbado.
(más…)

los gatos somos bidimensionales

miércoles, septiembre 13th, 2006

Cuando aprieta el verano y hace calor, todos los gatos sabemos que hay que buscar el lugar más fresco de la casa… Normalmente el suelo es de las zonas fresquitas, sobre todo si pasa una tubería de agua, si es baldosa, o pilla en medio de una corriente de aire.

Otra opción es buscar el chorro de aire frío que sale, en el sitio estratégico, a veces… no es continuo… Se enciende una luz y de repente el "chorro mágico". No entiendo muy bien cómo funciona, porque a veces sale y otras no. Pero cuando ocurre el evento, soy el primero que está ahí para disfrutarlo…

Me aparto del tema… y es la proximidad del cuerpo gatuno al suelo. Está claro que, cuanto más pegado esté tu cuerpo al suelo frío, más fresquito estarás tú. Es directamente proporcional. Todos los gatos sabemos esto. Es por eso que muchas veces parecemos bidimensionales, (planos vamos)y es por nuestra inteligencia, que no por la elasticidad…

Por eso cada vez entiendo menos a estos dos gatos tontorrones. Está claro que algo les ha pasado, no es normal lo torpes que son. Y mira que yo les hago demostraciones de lo que tienen que hacer; pero no hay manera, actúan como si no me vieran… Me pongo en el suelo de la cocina; todo enmedio… hay que estar ciego para no verme… Pero no me imitan; siguen emperrados en tumbarse en el sofá o en las sillas. ¡Con el calor que dan! ¡El sofá es para el invierno! Cualquier gato con dos dedos de frente lo sabe…

¡Ay! es que no hago carrera de ellos…
(más…)

Sábado, 7 de la mañana

sábado, septiembre 9th, 2006

Hay muchas cosas que no entiendo de los gatos que viven conmigo. La primera de todas es que cuando hay que dormir, desaparezcan por una puerta, que no sé a que habitación lleva, y tarden mucho en volver;y que cuando hay que estar activo, correteando y jugando, se vayan a su cesto a dormir.

A mi este cesto me gusta mucho para mis siestas… ¡Es tan amplio y mullido! Incluso duermo ratos por la noche con ellos que me saben muy ricos…pero me aburro, ¡que no es hora de dormir! Y aunque intento jugar con ellos y despertarlos no hay manera; se enfandan y me sacan de la habitación. Total, porque le muerdo la oreja y meto mis uñitas en el pelo de la gata. ¡Encima que le peino!

Sé que son gatos porque hacen lo mismo todos los días. Igual que yo giro siempre por el mismo camino, antes de ir al comedero, ellos se levantan a la misma hora y hacen las siempre las mismas cosas. Suenan unos ruidos al lado de su cesto, protestan, se levanta la gata, hace cosas ruidosas en la cocina y cuando ella se va a la "habitación misteriosa", él se levanta y hace lo mismo pero más deprisa.

Y yo pienso cuando suena el ruido, "será que es hora de jugar"; y voy a su cesto con el juego que más me gusta… ¡la pelota de papel! Les llevo la pelota en la boca, la dejo en el cesto y espero a que me la tiren…¡Fiummmmmmm! ¡Salgo pitando a por la pelota y la vuelvo a traer! ¡Qué divertido! Y así una y otra vez.

Por eso no entiendo que en ciertos días raros, en los que curiosamente no suena el ruido estridente, les lleve la pelota a mi hora y… se enfaden y farfullen; encima rompen su costumbre y no se levantan. Yo insisto e insisto, todo el mundo sabe que las costumbres son sagradas para un gato, pero lo único que consigo es que me engañen y, cuando vuelvo con la pelota de papel, me encuentre la puerta cerrada. ¡Qué contrariedad! A ver si aprendo a abrirla porque nos quedamos los tres sin jugar.

El "Gran Gato" se ha inventado un mote para mi en estos días raros… Me dice "cat-bron"… Ya ves tú, que ocurrente…

Miauuuu
(más…)

«los vigilantes de la playa II»

martes, septiembre 5th, 2006

Hay muchas cosas que vigilar…

Por aquí entran muchos bichos

"palomasssssssssss…"

Desde aquí lo veo todo mejor.
(más…)