
Por su paciencia…

Por su perseverancia…

Porque siempre esperan el momento justo y oportuno… ni un segundo antes ni un segundo después…

Por todo esto y otras muchas cosas que no cabrían en todo internet, dedico este monumento a nosotros, LOS GATOS.

Por su paciencia…

Por su perseverancia…

Porque siempre esperan el momento justo y oportuno… ni un segundo antes ni un segundo después…

Por todo esto y otras muchas cosas que no cabrían en todo internet, dedico este monumento a nosotros, LOS GATOS.

Desde Barakaldo mi gemelo, que no clónico, nos lanza un reto felino de "altura".
¿Quién da más "altitud"?
Gracias a mi gemelo mi buen nombre quedará "muy alto", porque como tenga que depender de mí… lo más arriba que he llegado es encima de la lavadora.

Y además veo que estás creando, de nuevo, escuela de mucha calidad, gemelo mío; Muxu sigue diligentemente tus seguros y "altivos" pasos. Y es que cuando se tiene tan "alta" referencia es tan fácil llegar "tan arriba".

Yo, a falta de guías como tú, me motivo intentando ser más grande, más guapo, más listo… "más todo" que "el gran gato", que desde mi punto de vista, es lo "más alto" a lo que puedo aspirar.

Aquí dejo mi más reciente aportación al reto felino… Que vivo en un 4º.piso

Mi lengua cada día me sorprende más y más, no sólo por su longitud sino además por su capacidad multiusos.
Lo mismo me sirve para saborear o beber, que para lavarme a mi mismo o a los dos gatos gordos, que entre nosotros, no saben lavarse solos.
Me he percatado de que la lengua de los gatos gordos dista mucho de la perfección de la mía. Es suave, (¡puaj! ¡qué asco!), es corta, es gorda… tiene todos los inconvenientes para un uso adecuado de limpieza.
Menos mal que mi maravillosa lengua tiene capacidad para todo mi terso pelaje y las "pieles pelonas" de mis compañeros de territorio…
¿Qué longitud puede tener la lengua de un gato? Supongo que entre "pocos" y "muchos" centímetros… Como dice el "Gran Gato"… "bueno, el tamaño no es lo que importa".
(más…)

Casi todas la noches duermo con los "gatos gordos" en su cesto. Me gusta especialmente dormir muy cerquita de "mi gata". Yo le ronroneo al oído y le cuento todas mis aventuras y trastadas…Luego ella me cuenta sus sueños…
"Mi gata" tuvo anteanoche un sueño… No es el más raro que ha tenido; ya os conté que soñó una vez que yo era un perro. Pero este sí que me ha parecido muy curioso, teniendo en cuenta la aversión que tenemos los gatos al agua…
Anteanoche "mi gata" soñó que yo era un gato acuático… Vivía en el fondo del mar, con los peces y los corales, pero haciendo las cosas típicas de un gato. Incluso lavarme, que digo yo, para que te quieres lavar si estás rodeado de agua.
Quizás sea un sueño premonitorio de la evolución gatuna, porque siendo nosotros seres superiores, e intuyendo el cambio climático que se nos avecina, y que está tan de moda ahora, es obvio que nos adaptaremos rápidamente a lo que venga.
Así que hagamos de nuestra capa un sayo, venzamos esta pequeña incomodidad que supone cuatro gotitas de agua, y empecemos a practicar el "Copitus Acuaticum".
Yo ya estoy con mis primeras experiencias dormitando en el lavabo.

Además de los gatos gordos, a los que tengo que tolerar en MI territorio, convivo con otros muchos "seres" extraños y rocambolescos…
Es el caso de este "animal", que aún no he podido calsificar…

No tiene pelo; no tiene rabo; no distingo su culo de su cabeza, así que no sé muy bien donde empieza y dónde acaba…

Sé que está vivo, porque se mueve, come y defeca. Estaréis de acuerdo conmigo que estas son las actividades primarias y principales de todo animal:

Todas estas deficiencias, unidas a que es un poco tontorrón y se va chocando con todos los objetos y paredes de la casa, me hacen sospechar que su cerebro, o es inexistente o tiene el tamaño de un guisante.
Lo que tengo muy claro es que NO ES UN GATO.
Os seguiré aportando pruebas científicas irrefutables de este hecho, ya que un animal con tantas taras funcionales dista mucho de ser, como nosotros los gatos, un ser perfecto.