Hace tiempo que no aparezco por mi territorio virtual y es que estoy muy preocupado por «mi gata«.
Desde que ha llegado el «gatito gordo«, «mi gata» no tiene ni un segundo libre. Yo no sabía que un cachorrito de «gato gordo» podía dar tanto trabajo.
Hay momentos que me siento un poco celoso, porque yo no estoy acostumbrado a compartir a «mi gata«, pero desde que ha llegado el «gatito gordo» no me ha quedado otro remedio.
Pero como yo soy muy buen gato y veo a «mi gata» tan ocupada y cansada, he decidido hacerle un buen regalo para animarla.
Y que mejor regalo que yo mismo, empaquetado con toda mi simpatía, mis caricias y ronroneos por cada pequeño momentito que «mi gata» saca para mí.
Un regalo por cada vez que me da una latita gourmet, por cada vez que me cepilla y se ocupa de mis uñas, por cada vez que me acaricia…
Para «mi gata» con todo mi amor un Copito de regalo.
Luces muy bien con el moño amigo :3
Felicidades a tus «gatos gordos»
Copi tu si que sabes!!! eres estupendo!! y seguro que mami te lo agradecera con mas caricias y latitas muy ricas.
Ronroneos gatunos y no gatunos
Marga Molli&Kimi
Es el mejor regalo que podias hacerle. Qué tierno te has puesto Copito…. debe ser divertido tener un cachorro de gato gordo en casa, jiji.
Ronroneos
Hola, Copi!
Soy la pequeña Wendy de Barakaldo. El regalo que le has hecho a tu gata grande (tú mismo) es precioso, y me siento muy identificada con lo que comentas…
Hubo un tiempo en el que la grandota tuvo que estar lejos de casa en el hospital porque estaba malita (afortunadamente ya está mucho mejor!) y el grandote estaba solo (sin la grandota, pero con nosotros los felinos) en casa. Así que Muxu y yo hicimos un pacto (la primera vez y que no sirva de precedente…) y quisimos hacerle un regalo muy especial: no dejarlo solo ni un minuto mientras estuviera en casa (que tampoco pasaba mucho el tío, si no es por el gato abuelo nos morimos de hambre!).
Así que le seguíamos todo el rato por casa, y queríamos dormir con él para que no echara de menos a la grandota. Y como él la echaba mucho de menos en su «cesta humana» nos dejaba dormir con él.
Y conseguimos que el grandote no estuviera solo. A veces nos pasábamos, porque nos poníamos encima de él todo el rato y no le dejábamos dormir. Pero conseguimos lo que canta el gran cantautor de tu ciudad, Ismael Serrano (que parece que le debe gustar mucho al grandote por lo que nos suele comentar la grandota): «No estarás solo».
Encima luego nos hemos enterado de que el tío (el grandote, no Ismael Serrano) comenta por ahí que hemos sido bastante pesadas y que no le dejábamos dormir, pero creo que juntos los tres hemos pasado noches maravillosas… 🙂
Y Ambu nos miraba extrañado porque es muy independiente, mucho más que nosotras: él prefiere pedir caricionas de vez en cuando y luego estar el resto del día a su bola. Me recuerda mucho a tu gemelo, que también era así.
Bueno, pues ya te digo que tu regalo es muy muy chulo. Y disfruta de tener una familia tan buena como la que tienes , que nosotros ya lo estamos haciendo, sobre todo ahora que ya ha vuelto la grandota a casa!
Little Wendy de Barakaldo (muy pequeña, 3 kilines!)
Pd: Ahora que ya están los dos grandotes en casa el grandote agradecido me ha dado estatus de «enchufada» y me deja de vez en cuando que duerma en el «cesto humano» (privilegio que no ha concedido a Muxu debido a su elevada masa «muscular» cuando se sube encima de los humanos). Eso sí, sin dar mucha guerra, que si no me echan!
¡Menuda recompensa! No Hay nada más delicioso que una cesta de gatos gordos… ni nada más calentito… La verdad es que no nos merecen de lo majetes que somos.
Yo desde que está el gatito gordo no he vuelto a la cesta de los gatos gordos… prefiero dormir a mi bola. Eso sí, me encanta cuando mi gata se levanta de madrugada, me da una cariciona y me arroja 🙂 ¡Es Guay!