Trinity, dueña y señora de su patio.
Os quiero presentar a otros gatos que también merecen que se les escuche. Además me lo están reclamando, (no te preocupes Nani, Trini tiene su lugar en mi corazoncito gatuno).
Mi prima es una gata de caché; aunque sea un poco fea, tenga la cabeza demasiado pequeña, y lleve la marca de la descendencia callejera, su nombre hace que sea una gata de diseño tecnológico. Que aunque la llamen "Trini" lo cual no es nada chic, su nombre completo es Trinity, (¡sal de Matrix, por Dios!). Eso es un nombre con sentido y no el mío. ¡Qué trauma!
He tenido el gusto de conocerla… bueno, el gusto. Lo primero que hizo cuando me vió fue bufarme y luego me enseñó su lindo culete. Y es que Trinity es la que manda en su manada, reina y señora de su casa… y claro no le hacía gracia que viniese un intruso tan apuesto como yo a su hogar, (faltaría plus).
Sus chicos son sus chicos y no los va a compartir.
Trinity tiene mucha suerte porque tiene patio por el que pasear. Yo me tengo que conformar con el alfeizar de la ventana; que conste que no me quejo, al fin al cabo es una de las desventajas de vivir en la ciudad… Si ya lo dijo la ministra, con poco y bien apañado…
A Trini le encanta cazar pájarillos y jugar con ellos. Lleva un instinto asesino en las venas. Me da mucha envidia, porque yo lo más que he cazado ha sido una polilla y una mosca. La polilla me la comí, mientras los dos gatos que viven conmigo se emocionaban ante mi primera experiencia cazadora, pero reconozco que no me supo muy rica. Tengo que preguntarle a Trini que tal saben los gorriones de El Escorial.
A Nani no le hace mucha gracia encontrarse las plumillas delatoras por la casa; le pusieron un cascabel y muy esbelta, lo que se dice muy esbelta, no está. Es un misterio familiar sin resolver como consigue acercarse sigilosamente a los inocentes pajarillos. Sobre todo porque hay que empinarla a la tapia para que pueda realizar sus escarceos y eso no queda muy ágil y elegante.
Trinity no come cualquier cosa, porque aunque sea gata de pueblo, ella es toda una señorita. Toma pienso ligth, del de marca, aunque no se nota nada en su figura; come plátano y jamón york "del bueno". Yo con tal de hincar el diente no le hago ascos a nada; menos el ajo y la cebolla como de todo. Es lo bueno de haber vivido en la calle, que bajo techo todo te sabe a gloria.
Me gustaría visitar más amenudo a Trini, pero reconozco que no me apetece mucho salir de "la caja" cuando la veo. Y es que yo soy un ser muy sensible y tanta gata me deja muy turbado.
Trinity, dueña y señora de su patio.
Os quiero presentar a otros gatos que también merecen que se les escuche. Además me lo están reclamando, (no te preocupes Nani, Trini tiene su lugar en mi corazoncito gatuno).
Mi prima es una gata de caché; aunque sea un poco fea, tenga la cabeza demasiado pequeña, y lleve la marca de la descendencia callejera, su nombre hace que sea una gata de diseño tecnológico. Que aunque la llamen "Trini" lo cual no es nada chic, su nombre completo es Trinity, (¡sal de Matrix, por Dios!). Eso es un nombre con sentido y no el mío. ¡Qué trauma!
He tenido el gusto de conocerla… bueno, el gusto. Lo primero que hizo cuando me vió fue bufarme y luego me enseñó su lindo culete. Y es que Trinity es la que manda en su manada, reina y señora de su casa… y claro no le hacía gracia que viniese un intruso tan apuesto como yo a su hogar, (faltaría plus).
Sus chicos son sus chicos y no los va a compartir.
Trinity tiene mucha suerte porque tiene patio por el que pasear. Yo me tengo que conformar con el alfeizar de la ventana; que conste que no me quejo, al fin al cabo es una de las desventajas de vivir en la ciudad… Si ya lo dijo la ministra, con poco y bien apañado…
A Trini le encanta cazar pájarillos y jugar con ellos. Lleva un instinto asesino en las venas. Me da mucha envidia, porque yo lo más que he cazado ha sido una polilla y una mosca. La polilla me la comí, mientras los dos gatos que viven conmigo se emocionaban ante mi primera experiencia cazadora, pero reconozco que no me supo muy rica. Tengo que preguntarle a Trini que tal saben los gorriones de El Escorial.
A Nani no le hace mucha gracia encontrarse las plumillas delatoras por la casa; le pusieron un cascabel y muy esbelta, lo que se dice muy esbelta, no está. Es un misterio familiar sin resolver como consigue acercarse sigilosamente a los inocentes pajarillos. Sobre todo porque hay que empinarla a la tapia para que pueda realizar sus escarceos y eso no queda muy ágil y elegante.
Trinity no come cualquier cosa, porque aunque sea gata de pueblo, ella es toda una señorita. Toma pienso ligth, del de marca, aunque no se nota nada en su figura; come plátano y jamón york "del bueno". Yo con tal de hincar el diente no le hago ascos a nada; menos el ajo y la cebolla como de todo. Es lo bueno de haber vivido en la calle, que bajo techo todo te sabe a gloria.
Me gustaría visitar más amenudo a Trini, pero reconozco que no me apetece mucho salir de "la caja" cuando la veo. Y es que yo soy un ser muy sensible y tanta gata me deja muy turbado.