No necesito un jersey a rayas; por mi boina negra ya se me distingue ¿no?
Soy tan coqueto y tanto me atuso, que estoy más mullido que el más tierno peluche.
No necesito un jersey a rayas; por mi boina negra ya se me distingue ¿no?
Soy tan coqueto y tanto me atuso, que estoy más mullido que el más tierno peluche.
Tengo más que un amigo, un amor. El día que apareció entre las patas de aquella cama, una luz iluminó mi existencia de gato malcriado.
Desde ese momento, mi existencia no tiene sentido sin su presencia…
Ella lo es todo para mí. Cuando despierto de mis siestas, en quien primero pienso es en mi amor "cuerda".
Cuando los gatos gordos salen de la "habitación secreta", "cuerda" y yo hace rato que estamos a la espera.
Por las mañanas corremos juntos a darles los buenos días a su cesto.
Nuestro juego favorito… Los gatos gordos la giran, la agitan y la lanzan lejos. Entonces yo corro presto a recogerla; como no tiene patas, yo la llevo gentilmente entre mis dientes… Ante todo soy un caballero… Y la vuelvo a depositar a las zarpas del gato gordo que corresponda…
Y quedamos, ambos dos, a la espera de reiniciar el juego.
A veces sueño que soy un pez que vive en el mar.
En el sueño siempre aparece, atravesando las aguas, un cordón rojo, con un atrayente extremo brillante.
Cómo buen pez, es mi deber "picar" el cebo que cuelga del anzuelo.
Así que me dejo tentar y muerdo el anzuelo… Mientras una fuerza misteriosa tira del sedal.
El buen pescador tiene paciencia e insitencia. El buen pez sabe cuando el correcto hacer del pescador ha de ser recompensado.
Y al final pica; muerde fuertemente el anzuelo y pasa de ser pez a ser "pescado".
¡Qué cosas más raras soñamos a veces los gatos!
Seguimos con las investigaciones del territorio… El cuarto de baño se está revelando muy interesante. La "caja de agua", el "agujero de colores" y ahora "el cesto con agua"
¡Sí, amigos! Existe un cesto misterioso que esconde un gran tesoro… ¡De él brota agua!
No es como el generador automático de agua y comida que sabe a lata…
Tras largas horas de observación y escucha del fenómeno, he notado que el agua fluye fresquita y no acumula polvo y pelusillas… Se va por un "agujero negro" que hace ruiditos a algún universo paralelo, dónde la antimateria la debe fulminar…
Como buen gato-científico, he probado a aposentarme sobre este misterioso agujero; de mis pruebas puedo constatar que el cesto suele estar mojado y bastante frío, pero que la forma del mismo se adapta perfectamente a la anatomía del gato…
No puedo negar que me aquí me siento muy cómodo para pensar.Aún ando sopesando la relación existente entre los "gatos gordos", y el brote expontáneo del agua.Curiosamente siempre viene del mismo punto circular.
Cada vez que veo a algún gato gordo acercarse al cesto de agua, corro para llegar antes que ellos y tomar nota para mi investigación secreta. Sé que existe una palanca que activa el agua. El funcionamiento de su mecanismo aún se me escapa… aunque sé que es sólo cuestión de tiempo…
Sólo hay una cosa que me fastidia de este cesto… Y es que si accidentalmente se activa la palanca liberadora de agua, y yo por un casual estoy profundamente concentrado en mis disertaciones científicas, noto una desagradable e incómoda mojadura que activa todos mis resortes de ágil y preparado gato.
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¿Qué es ese ruido que sale del cuarto de baño? Noto una vibración extraña en mis patitas…¡Qué curiosidad!
¿Y qué es eso que gira y gira y vuelve a girar?.. ¡Cuántos colores en movimiento! ¡Qué mareo! Pero que interesante… he de investigar más…
¡Hop!
Un cambio de perspectiva siempre suele aportar más información. ¡La curiosidad del gato es infinita!
¡Bah! Vuelvo al suelo… Por cierto ¿Qué olor es este tan penetrante? Es una extraña mezcla, como un sucedaneo de aromas del bosque y olas marinas…
¡Estoy seguro que sale de aquí dentro! No sé por qué las cosas interesantes de este territorio, siempre están detrás de mil puertas, cajones, estantes…