Mi prima Trinity de El Escorial está malita… Su "gran gata" se lo ha dicho a "mi gata" este fin de semana. Hoy la llevarán al Veterinario, porque no quiere ni comer ni beber…
Estoy muy preocupado.
Esta noche le preguntaré a "mi gata" que nuevas hay sobre mi prima.
¡Ponte buena Trinity! ¡El patio de El Escorial está muy triste sin tu dominación!
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La velocidad con la que a veces pasa el tiempo da más que miedo.
Ya lo sabíamos todos, pero nunca viene mal recordarlo… Y no es otra cosa que Luna es una belleza.
¿No habéis notado alguna vez una sensación repentina de superioridad? Algo así como si fuéseis los reyes del universo.
Para mí el mundo suele ser algo grande con una visión de perspectiva deformada. Desde mi altura a cuatro patas de apenas 25 cm, los elementos de mi entorno más cercano son enormes y mi visión limitada… por eso no pierdo nunca la oportunidad de buscar una atalaya desde la cual mejorar la profundidad de campo de mi visión.
Normalmente mis torres de vigilancia favoritas suelen ser los gatos gordos o el reposabrazos del sofá. Pero de vez en cuando, de forma misteriosa, aparece la madre de todas las torres… La única elevación que me ha hecho sentir el rey del mundo.
Esta torre maravillosa es un hecho excepcional. El día que aparece hay que aprovechar los placeres que te ofrece. Altura excepcional, apoyo cálido y mullido y una sensación extrema de superioridad. Porque desde aquí puedo ver sin problema todos los cambios del mundo, los pájaros del cielo y el paso de las nubes.
Pero esta torre es como una flor de la selva nocturna de Perelín. Siempre llega el día en el cual, mi mullida torre desaparece como por arte de magia, pero lejos de transformarse en un maravilloso desierto multicolor, sólo el vacío de su ausencia me hace rememorar pasados instantes de felicidad sobre sus alturas.
Ya sabéis como nos gustan las aventuras de mi gemelo, Copito de Barakaldo. Y cuando nos llegan noticias anunciando un nuevo adepto al sagrado arte del copitismo, mi alegría se multiplica por mil.
Pero mejor que yo, prefiero que sea mi gemelo, con esa labia que sólo un Copito de pro puede tener, quien nos narre sobre este nuevo miembro del copitismo.
Hola, gemelo.
Te cuento una historia que nos ha pasado en casa esta semana…
El domingo pasado a la noche estabamos en casa a punto de dormir cuando oímos unos maullidos muy fuertes frente a la cestita observatorio (todos menos el grandote que no se entera de nada…).
La grandota bajo con un transportín a ver si habia algún gato perdido y vino a casa con… Miguelito! Una señora que estaba en la parada de autobús le dijo que unos minutos antes vino un señor con un transportín y lo abandonó en el parque de enfrente… Sin comentarios… 🙁
El caso es que tengo un nuevo adepto al copitismo: Miguelito. Es pequeño pero muy voraz y muy activo… Se ve que ha estado en otra casa antes porque aunque pequeño está muy gordo y cuando vino estaba limpio y muy bien cuidado. Y la grandota nos dice que en cuanto sacó el transportín el tío vino y se metió dentro solo corriendo! Igual que yo cuando me llevan al vete… 🙂
Como decía antes Miguelito es un felino activo. Demasiado activo! Es un cachorro y se pasa todo el día persiguiendonos para jugar, perturbando esa paz copitil que reina en nuestra casa (salvo cuando Wendy rasca la puerta del dormitorio de los grandotes a las 5 de la mañana y nos despierta a todos…).
El peque no para quieto, y como veis en la foto su gran deporte es morder el dedo de los grandotes… Le tendrán que traer un chupete!
Tambien se ve en las fotos que mi amigo Ambulancio y yo le contemplamos con una gran paz interior. Miguelito viene y va, nos muerde el rabo, salta por encima de nosotros, pero nosotros quietos como gatos de escayola!
A ver si Miguelito tiene suerte y los grandotes le encuentran una familia donde le quieran mucho y esté muy feliz. Pero mientras tanto siempre tendrá un sitio en nuestra casa (como Wendy, que lleva aquí ya ni sé el tiempo pero ya nos hemos hecho amigos…).
Otra cosa hermano: muy chulo tu video de la caza copitil, me siento identificado… 🙂 (menos cuando estoy en el territorio de caza de La Rioja donde me convierto en un cazador nato.)
MIIIIIIIIAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!
COPITO DE BARAKALDO
Y aquí, unas fotos de nuestro nuevo miembro copitil… ¡Bienvenido!
Miguelito descansando
Miguelito mordiendo el dedo del grandote. Ambulancio y yo observando…
¡Parecemos gatos de escayola!