Desde Barakaldo me han llegado unas noticias estupendas… Mi compinche Ambulancio, por fin ha dado el paso definitivo a su indepencia y ha decidido ocupar su propia vivienda.
Él mismo nos cuenta tamaña hazaña…
La república independiente de Ambulancio
El grandote fue el otro día a acompañar a la madre de la grandota a un sitio que llaman IKEA y en el que debe haber de todo. Resulta que la gato-abuela tenía que comprar un mueble y en principio el grandote sólo iba a llevar el coche para traer ese mueble…
Pero el tío vino a casa con una bolsa azul enorme. No olía a comida, asi que pensábamos que no nos iba a caer nada. «Ya podía haber ido al super…«, pensaba yo.
Y luego sacó… ¡una carpa para gatos! La grandota la montó y todos vimos enseguida la importancia de tamaño monumento, tener ¡nuestra PROPIA CASITA en el pisito de Barakaldo!
El primero en entrar fue Tiger, pero poco tardó en salir. ¡Para algo tengo mis 7 kilines de músculo!
Copi, ¡ya estoy «emancipado»! Eso sí, a la hora de jamar corro como todos a la cocina. Indepencia sí, pero con límites.
Así que me he hecho con el habitáculo. Como dicen los anuncios de IKEA que he visto alguna vez en la tele de la sala de los grandotes (las teles no son sólo para sentarse encima y tirarlas al suelo, que en eso también tengo experiencia… 🙂 ):
«La República independiente de Ambulancio»
Estoy pensando en mandar la foto a IKEA para que me hagan protagonista de su próxima campaña publicitaria. Eso sí, a cambio por lo menos de 5 latitas de comida, que por menos yo no poso.
Por lo demás por aquí todo sigue igual. Eso sí, preparando ya el viaje al parque temático de La Rioja, que llega en menos de un mes! La pena es que Tiger no podrá ir, porque la última vez que estuvo (en Semana Santa) demostró su habilidad para saltar repetidas veces la valla y marchar de casa nada más salir a la huerta. Lo peor es que saltaba a una zona de huertas donde se puede perder y a la casa de unos vecinos «poco amigos de los felinos». Así que los grandotes están buscando un cambio temporal de gato de acogida por otro de otra casa que no tenga tantas habilidades escapistas. Después Tiger volverá a casa, que se está portando muy bien! 🙂
Querido Ambulancio… ¡Qué orgulloso estoy de ti!. En mi caso, yo también tengo mi propia república independiente, aunque la mía no es tan chula como la tuya ya que es de cartón.
Los «gatos gordos» compraron una aspiradora nueva y, mientras la probaban, yo decidí apropiarme de la caja. No les dí tiempo ni a quitar los plásticos que había dentro.
Así que ahora me paso dentro de la caja las horas muertas… Tanto que cuando me porto mal, los «gatos gordos» me mandan a mi habitación
Copito en su habitación-república independiente
¡Estoy la mar de agusto!
¡Ya me gustaría que «mi habitación» fuese tan «de diseño» como la de mi compinche Ambulancio, pero… ¡No se puede tener todo!
Como os lo montáis… jijiji, nos encantan vuestras repúblicas independientes. Nosotros también tuvimos una caja de un aspirador, pero ya se rompió de tanto usarla y mami la tiró.